LA LEY DE LENGUAS TENSA LA POLÉMICA A UN DÍA DE SU APROBACIÓN

La mayoría del PP y el PAR en las Cortes sacará adelante mañana la nueva ley de Lenguas en la que no se reconoce el catalán. Será la culminación de un polémico proceso que no cierra el debate abierto a causa de la nueva nomenclatura que reciben los idiomas hablados en Aragón. El catalán se conocerá oficialmente como ‘modalidad lingüística de uso predominante en el área oriental de Aragón’ o, en su forma abreviada, LAPAO (Lengua Aragonesa Propia del Área Oriental). Lejos de apaciguar los ánimos, la nueva ley de Lenguas ha avivado el debate tanto dentro como fuera de la Comunidad Autónoma. Lingüistas y comunidad científica han dado la espalda a los nuevos nombres que se plantean para el catalán.

Por su parte, la oposición en Las Cortes formada por PSOE, CHA e IU y encargados de sacar adelante la ley todavía vigente, protagonizaron un hecho insólito al abandonar la ponencia de debate del texto. Las enmiendas tuvieron que debatirse en la comisión de Educación de hace dos semanas y de las 171 presentadas solo se admitieron dos del PP. No obstante, la mayoría parlamentaria de este partido junto con el PAR determinará que salga adelante la ley sin consenso.

Suprimido el catalán se acabó la rabia. Así podría definirse la nueva ley que refleja la política lingüística del gobierno autonómico, que elimina el nombre del catalán pero conserva medidas del anterior texto del gobierno socialista como la señalización toponímica bilingüe o la enseñanza del idioma en los centros educativos.

La diputada popular y coordinadora de la ponencia para perfilar la ley, Maria José Ferrando, confirmó ayer a este medio que los encargados de impartir clases del idioma que oficialmente pasará a ser «modalidad lingüística propia del área oriental de Aragón» serán profesores de filología catalana como hasta ahora.

En el nuevo texto se incluye el derecho de todos los vecinos de la Franja a recibir la enseñanza de las lenguas y modalidades lingüísticas propias de Aragón. También contempla la creación de la Academia Aragonesa de la Lengua, que dictará la normativa al respecto.

Sin embargo y debido al nulo respaldo científico que el planteamiento de la ley ha recibido por parte de universidades e instituciones como la Unión Europea, se descarta la existencia de un hipotético cuerpo de profesores de «aragonés oriental». La propia Ferrando reconoció que al no existir la filología aragonesa es complicado trazar el camino a seguir.

Es por ello que la comunidad educativa prevé que no haya cambios sustanciales. Aunque esta previsión no quita de que la mayoría de docentes denuncien el «mutismo absoluto» con el que la consejería de Educación y Cultura ha marcado el debate lingüístico.

Fuentes consultadas de la Universidad de Zaragoza o el IES Matarraña han confirmado que no tienen ningún tipo de información sobre el futuro de la asignatura de catalán. Aragón podría instaurar un sistema similar al valenciano, donde el gobierno tampoco reconoce el catalán pero la enseñanza de la lengua recae en filólogos de esta lengua.

La futura ley no incluirá que los centros que imparten catalán sean reconocidos como bilingües. La DGA se reserva esta consideración solo para los que ofrezcan clases en inglés, alemán o francés. También se atribuye al ejecutivo la competencia para editar textos didácticos.

¿Qué se habla en cada municipio?
Especialmente llamativo resulta que con la nueva ley una mayoría de dos tercios de los concejales de un Ayuntamiento pueden decidir el nombre de la lengua que se habla en su municipio. Esta posilidad se contempla en la disposición adicional primera y condiciona el nombre de cada idioma a razones históricas y culturales.

Los representantes políticos de cada municipio podrían decidir cuál es el nombre de la lengua que hablan sin tener que pasar por ninguna academia ni institución que lo regule. La libertad municipal al respecto es una de las diferencias más considerables con la anterior ley, que supeditaba la posibilidad de introducir modalidades locales previo visto bueno del Consejo Superior de Lenguas de Aragón. Cabe recordar que esta institución está ahora desmantelada.

Al margen del nombre, se prevé que cada administración de zonas bilingües utilice públicamente el aragonés o el catalán en plenos y en escritos oficiales. En cualquier caso, ninguna de las dos lenguas sustituirá al castellano sino que lo complementará. Este fue uno de los puntos más criticados de la ley de Lenguas de 2009 porque la entonces oposición, ahora en el gobierno, aludía al derroche presupuestario que podría suponer el bilingüismo en las administraciones.

35 millones de sobrecoste
Pese a que en la anterior legislatura PP y PAR no llegaron a cifrar el coste administrativo de la ley, Maria José Ferrando anunció durante el debate del texto actual que las enmiendas de PSOE, CHA e IU podrían ascender a 35 millones de euros. Anunciar este dato públicamente fue lo que provocó que los portavoces de la oposición abandonaran la ponencia para debatir la ley.

Mientras Ferrando tildó de inasumible el coste, la portavoz de CHA, Nieves Ibeas, aclaró que la previsión económica era falsa. El episodio marcó un antes y un después en la tramitación parlamentaria de una ley en Aragón ya que nunca se había suspendido una ponencia tras el abandono de la oposición. En términos económicos, la DGA prevé dotación presupuestaria para la puesta en marcha de la ley, sin especificar cantidades.

Impacto fuera de Aragón
La ley de Lenguas que se aprobará el jueves ha generado un intenso debate fuera de Aragón. En las redes sociales ya circula el mensaje sarcástico «Keep calm and speak Lapao», que parodia un conocido eslógan a favor del catalán.

Mañana tendrá lugar una mesa redonda que debatirá la situación en todos los territorios de habla catalana y en la que participará el sociolingüista de Peñarroya y columnista de este medio, Natxo Sorolla. Está promovida por la Societat Catalana de Sociolingüística y se titula ‘La ofensiva contra el catalán’.

Por otra parte, asociaciones culturales de la comarca oscense de La Litera han criticado que el Gobierno de Aragón otorgue una subvención de 500 euros para la publicación del libro ‘Antolochía Lliteraria en Aragonés Oriental II’. La ayuda se recoge en el Boletín Oficial de Aragón y pone de manifiesto la voluntad de impulsar el «aragonés oriental» también en la producción literaria.

Fuente: www.lacomarca.net

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